El mundo, ¿Somos divergentes?

Si hay una obra, cuyas implicaciones de fondo tienen que ser comentadas en este blog es, sin lugar a dudas, la saga de "Divergente" de Verónica Roth.

En las dos primeras entregas se nos presentan los hechos acaecidos en Chicago (Illinois) en una línea temporal de distopía futurística: el mundo ha quedado completamente arrasado y dentro de la ciudad la sociedad ha degenerado en un sistema de facciones.

Se clasifica a las personas en función a unos patrones de comportamiento. Una sociedad basada en rasgos de la personalidad. El problema, y a la vez la generación de la trama, viene cuando en ese gigantesco experimento social (alerta spoiler, eso es justo lo que es) comienzan a surgir anomalías: divergentes, personas que encajan en más de una facción, y abandonados, personas que no encajaron en ninguna facción o renunciaron a la suya.

Quizá convenga una recapitulación en este punto, pues la información proporcionada tal vez se antoje dispersa o inconexa. Hablamos de un experimento social con una muestra del tamaño de una ciudad entera sin comunicación con el exterior basado en patrones y rasgos de la personalidad.

Bien. El fragmento de la obra que mejor refleja lo que voy a desarrollar es el siguiente, una explicación por parte de uno de los personajes que, además, es creador del experimento:

 « - Había estudios que indicaban que las tendencias violentas podían localizarse en parte de los genes de una persona. El primero de los genes fue llamado «gen asesino», pero hubo unos cuantos más, predisposiciones genéticas a la cobardía, la mentira, la estupidez... Todas las cualidades que, al final, contribuyen a la ruptura de una sociedad. [...]

 - Si a una persona le arrebatas el miedo, la estupidez o la falsedad..., le quitas la compasión. Si la dejas sin violencia, la dejas sin motivación o sin la capacidad de reafirmarse. Si le quitas el egoísmo, la dejas sin su instinto de conservación.[...]

Está hablando de las facciones. Y tiene razón cuando dice que todas las facciones pierden algo al ganar una virtud: los osados son valientes pero crueles; lo eruditos, inteligentes, pero presumidos; los cordiales pacíficos, pero pasivos; los veraces son sinceros, pero desconsiderados; los abnegados son altruistas, pero asfixiantes.»

"Allegiant", Verónica Roth. HarperCollins Children´s Books. RBA.


Bien. Es denso, hasta ahí creo que cualquier lector está de acuerdo. Lo es si realmente se entiende el gigantesco paralelismo (que a su vez tiene otros paralelismos dentro) que se puede hacer entre el texto y la sociedad real.

Podríamos preguntarnos si la sociedad actual no se clasifica también en personalidades. ¿No se filtran acaso los perfiles para según qué tipo de trabajos?¿O acaso se escoge por igual para un puesto de oficina que para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado?

La realidad es que no se diferencia mucho la sociedad presentada en los dos primeros tomos que la real, con la pequeña diferencia de que aquí recordamos nuestra historia y no estamos encerrados en una única ciudad. Somos libres.

La pregunta del millón es si sólo se pierde una cosa por ganar otra. ¿Ése es todo el coste? Pongamos de ejemplo a los veraces, cuya misión era la protección de la verdad como máximo ideal. Según el texto, son veraces, sí, pero desconsiderados. Si esa desconsideración es llevada al extremo voluntariamente, puede volverse crueldad, que es lo que la protagonista achaca a los osados, así como el uso indebido y consciente del conocimiento de Erudición.

En realidad, podríamos hacer círculos como éste hasta que se agotasen las permutaciones lógicas. Las aplicaciones a la realidad, por ejemplo, podrían encarnarse en una verdad que duele dicha con saña, como si nuestro mejor amigo se chivase con mala intención de algo malo que hemos hecho cuando somos pequeños.

En realidad, si uno mirase alrededor, se daría cuenta de que existen multitud de comportamientos que, a su vez, derivan en otros comportamientos que conviven con los primeros (reiterando el ejemplo de desconsideración extrema y voluntaria=crueldad).

¿Es, como dice la obra, cosa de genética? De hecho, la misma autora afirma que también se dan circunstancias como la educación y el entorno, que es en realidad un cómputo de las tres cosas expresadas en forma de comportamiento por la persona con esa carga.

 

En la fotografía, las 5 facciones de la saga "Divergente" yuxtapuestas entre sí.
En la imagen, las 5 facciones de
la obra "Divergente" yuxtapuestas entre sí.
 

Libros de VERONICA ROTH | Casa del Libro
Verónica Roth, autora de la saga "Divergente".

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