Hércules Poirot

Es curioso que la primera entrada de este blog no sean ni una explicación del mismo ni una breve presentación, siquiera.

Hércules Poirot es un personaje de ficción creado por la célebre escritora Agatha Christie. Se trata de un detective algo peculiar que, irónicamente, no soporta que lo llamen como yo he titulado esta entrada, pese a que, desde un punto de vista estricto, no es más que su nombre.

Bien, presentado brevemente al personaje (tras aclarar que es TREMENDAMENTE radical en lo que al orden y método se refiere), toca explicar el origen de esta entrada.

En este estreno, analizaremos las características psicológicas de Poirot desde los cinco puntos del Big Five, más específicamente desde la perspectiva de la "Responsabilidad", que mide la tendencia al orden o desorden de las personas.

Para que el lector sea más consciente de cómo es nuestro sujeto en esta prueba, sus mecanismos mentales a la hora de proceder y tratar con los demás no varían nunca. No importa la situación que se presente, no variará su "orden y método", como él mismo afirma. Su trabajo (detective) le lleva a vivir las más extrañas de las vicisitudes.

Por lo demás, es sumamente organizado para su vida privada, gran conocedor del mundo y reservado en cuanto a sus pensamientos y opiniones. No es excesivamente abierto al diálogo, pero es capaz de entablar conversaciones con diversos sujetos (Ej: Sr. Bouc en Asesinato en el Orient Express).

Comencemos, pues, con el análisis:

Hércules es un detective Belga sumamente organizado, puntuando alto en responsabilidad, como ya hemos mencionado anteriormente. En las obras no es raro que sus casos provengan de amistades o personas cercanas al protagonista a las que, por la motivación que sea, acaba dando (y cumpliendo) su palabra para llevarlos a pronta conclusión lo cual, de nuevo, es un indicador de responsabilidad o MINUCIOSIDAD. Otro rasgo, inherente al tipo de persona al que nos referimos, es que es cuidadosa y de confianza, rasgos con los que Poirot coincide plenamente.

A lo largo de las obras de Christie, podemos observar un patrón en los comportamientos de Poirot, que no es otro que una icónica frase desapercibida para muchos: «Hay que proceder con orden y método». La forma varía, incluso el idioma y la expresión, pero nunca el mensaje ni la filosofía que hay detrás.

De este personaje caben destacar una serie de características más. Una de ellas es la  creatividad y la, en la inmensa mayoría de ocasiones, curiosa y compleja lógica que emplea a la hora de trabajar. Sin embargo, en su tiempo libre vemos a una persona que se deleita en placeres cotidianos y no muy innovadores. Es casi como si dividiera su personalidad.

Creo que es un rasgo interesante a destacar, ya que, pese a que su puntuación general en este rasgo sería poco "límite", en realidad es porque, dependiendo de la situación ("mind-set"), fluctúa entre los dos extremos. Pese a ello, también disfruta adquiriendo conocimiento con diversos personajes y situaciones, lo cual nos lleva al siguiente punto de interés.

En lo que a la extroversión se refiere, Poirot es un completo maestro del disfraz. Tan pronto encandila con sus encantos a una dama como se reserva sus pensamientos más importantes. Viendo a través de la ilusión, puntúa mayormente en poca extroversión, es decir que es introvertido. En Muerte en el Nilo podemos verle entablando una casi seductora conversación con la que, sin que él lo sepa aún, es la asesina. Mientras por fuera es amable y considerado, por dentro deja constancia de que la está temiendo. Si le es posible, tiende a evitar situaciones sociales, lo cual tampoco juega en favor de elevar su puntuación en este parámetro, aunque, como hemos apreciado antes, cambia cuando está en faena.

Todo esto también tocaría algo de su afabilidad. Poirot es una persona generosa a la hora de prestarse a ayudar a quien lo necesita (exceptuando la sonora situación en la que Ratchett, Asesinato en el Orient Express, le suplica por su ayuda, a lo que él se niega rotundamente), también cooperativa en los problemas ajenos si requieren de una capacidad que pueda aportar. Todo ello lo sitúa alto en afabilidad, aunque no en el extremo. Un 75% según nuestras estimaciones, puesto que es frío y analítico a la hora de exponer sus resultados.

No tocamos su neuroticismo o, mejor dicho, la falta del mismo, puesto que no hablamos de una persona que encaje con el perfil de alguien nervioso, tenso o inseguro, ni excesivamente preocupado por las cosas. Más bien al contrario. Al igual que un mecanismo bien engrasado, su mente funciona ejecutando sus movimientos sin pausa pero sin prisa.

 En conclusión, Hércules Poirot es una persona que puntúa alto en minuciosidad y, de una manera similar, en afabilidad. Destaca por su bajo neuroticismo y poca apertura a la experiencia (salvo cuando resuelve crímenes), así como por una casi inexistente extroversión.

Hércules Poirot en "Muerte en el Nilo".
 

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